lunes, 10 de agosto de 2015

Trotar

Trote

El trote se refiere a un tipo de carrera lenta, popularizada en los años 60 y 70 en los Estados Unidos como un medio de acondicionamiento físico, donde se conoce como “jogging”. Anteriormente lo llamaban “roadwork”, y era practicado por atletas y boxeadores que trotaban varios kilómetros al día como parte de su entrenamiento. El ejercicio físico es una sub-categoría de la actividad física y se diferencia por ser de carácter repetitivo, programado y con la finalidad principal de mejorar la salud y la condición física. Debe ser prescrito adecuadamente en cuanto al tipo, frecuencia, intensidad y tiempo.
El trote es un modo de carrera que mejora aptitudes físicas (fitness) y no la competencia. En otras palabras, es una modalidad para ponerse en forma practicado por jóvenes, adultos y ancianos, aunque se cuestiona si es realmente saludable.
Algunas investigaciones en Estados Unidos han determinado que cerca del 70% de las personas que trotan regularmente, sufrirán la afección de una o varias articulaciones, especialmente: rodillas, cadera, columna y pies. Una de las razones es la biomecánica del trote en la cual el cuerpo se mantiene más erguido y el impacto repetitivo del peso del cuerpo sobre las articulaciones (se compara al choque de un carro a 40 km/h) provoca lesiones si no se toman medidas preventivas o no se planifica apropiadamente. Además, el 90% de los sedentarios sufrirán este mismo tipo de lesiones.
A nivel de las rodillas
El impacto es 5-9 veces el peso del cuerpo del que trota con cada paso que da, ejerciendo un trauma repetitivo sobre la estructura de las rodillas (cartílago, meniscos, tendones, ligamentos), con el consecuente dolor e incapacidad de las rodillas.
A nivel de los pies
El impacto es de 2-5 veces el peso del cuerpo en cada pisada, ocasionando de igual forma sufrimiento sobre la anatomía del pie. En las otras articulaciones (cadera y columna) se pueden dar afecciones pero en menor magnitud.
A nivel de músculos
Se pueden presentar lesiones igualmente, como contracturas o distensiones pero se asocian más a fatiga. En cuanto a desprendimientos de órganos internos considero que son más bien mitos ya que para que suceda debe ser un trauma de alta magnitud.
Con lo anterior no decimos que trotar sea malo, sino que se debe realizar siguiendo recomendaciones en cuanto a la superficie donde se trota, tipo de zapatillas, posición del cuerpo, y sobre todo, respetar las fases y principios del entrenamiento.
Diez recomendaciones importantes:
- El calentamiento es obligatorio siempre que se corra.
- Trotar en terrenos blandos, preferiblemente grava o tierra. Evitar asfalto.
- Mantener una correcta postura al trotar, con la mirada al frente y hombros relajados.
- Utilizar zapatillas con amortiguación. Preferiblemente, realizarse pruebas para conocer el tipo de pisada y adquirir el calzado de acuerdo a esto. Cambiarlas cuando el uso sea cercano a los 550 km.
- Si tiene algún tipo de lesión articular, se debe realizar otro tipo de ejercicio de bajo impacto sobre las rodillas (bicicleta, elíptica, caminata).
- No excederse en la intensidad y duración.
- Nunca olvidar el principio de reposo y recuperación adecuada.
- Hidratarse siempre antes y después de una rutina.
- Escuchar siempre nuestra mente y nuestro cuerpo.
- Desafiar nuestra mente, es importante aunque si se siente dolor, se debe parar.
El trote es una modalidad de ejercicio, pero no puede ser prescrito arbitrariamente en todo el que quiera activarse físicamente, existen otras excelentes opciones de ejercicio como la caminata y la bicicleta para casos en que se requiera.

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